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Principales estrategias que las empresas pueden utilizar para desarrollar un modelo de negocio circular
Las estrategias son los enfoques de acción que las organizaciones pueden desplegar para lograr las actividades centrales de la economía circular.

Probablemente los modelos de negocio más conocidos y entendidos (identificados por Accenture, empresa de consultoría de gestión) que son prometedores en una economía circular son los siguientes:

•  Suministros Circulares: las empresas que suministran energía renovable, material biodegradable o totalmente reciclable para evitar materiales de un solo uso, es decir, recursos escasos, se sustituyen por insumos de recursos totalmente renovables, reciclables o biodegradables.

•  Recuperación de recursos (o recolectores de materias primas): empresas que recuperan materias primas útiles de subproductos o productos al final de su ciclo de vida; los materiales de desecho se transforman en nuevos recursos.

•  Ampliación del ciclo de vida del producto, lo que garantiza que los productos permanezcan en el mercado durante más tiempo mediante su reparación y reventa. El modelo de prolongación de la vida útil de los productos ayuda a las empresas a ampliar el ciclo de vida de sus productos y activos para garantizar que sigan siendo económicamente útiles. El material que de otro modo se desperdiciaría se mantiene o incluso se mejora, por ejemplo, mediante la remanufacturación, reparación, actualización o remarketing. Al prolongar la vida útil del producto el mayor tiempo posible, las empresas pueden mantener el material fuera del vertedero y descubrir nuevas fuentes de ingresos. El modelo de extensión de la vida útil de los productos alarga la vida útil de los mismos, lo que crea oportunidades para el diseño y la comercialización de servicios de valor añadido. Las características del producto como durabilidad, calidad y funcionalidad son altamente valoradas en este modelo.

•  Plataformas compartidas, en las que es posible un uso más eficaz de los productos al permitir su uso compartido; promueve una plataforma de colaboración entre los usuarios de los productos, ya sean particulares u organizaciones. Éstas facilitan la distribución del exceso de capacidad o la infrautilización, aumentando la productividad y la creación de valor para el usuario. Este modelo, que ayuda a maximizar la utilización, podría beneficiar a las empresas cuyos productos y activos tienen un bajo índice de utilización o de propiedad. Hoy en día se encuentra más comúnmente entre las empresas que se especializan en aumentar la tasa de utilización de los productos sin hacer ninguna fabricación por sí mismas.

•  Producto como servicio, donde el uso de productos lleva a un valor positivo para el propietario. Es el proceso en el que el uso de un producto se vende como un servicio y la propiedad del producto (por ejemplo, lavadora, sistemas de calefacción central, coches, cortadoras de césped, etc.) a menudo queda en manos del productor. Esta estrategia puede llevar a lo que se llama "desmaterialización": usted compra (o alquila o arrienda) el uso de un producto, pero no lo posee. Este modelo es atractivo para las empresas que tienen altos costes operativos y capacidad para gestionar el mantenimiento de ese servicio y recuperar el valor residual al final de la vida útil.